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Resulta difícil hablar de uno mismo ¿verdad? Lo noto cada vez que realizo consultorías de Marca Personal o escribo extractos de LinkedIn para mis clientes.
Hay quienes hablan en tercera persona como si se refirieran a otro ser humano. Repite conmigo…. siempre que escriba sobre mí, lo haré en primera persona del singular. Ahora mejor.
Una vez dentro de tu cuenta de LinkedIn al momento de ponerte en frente al ordenador, seguramente no sepas qué escribir.
Hay emprendedores, empresarios e inclusos autónomos que están desarrollando su Marca Personal que pierden medio día escribiendo y borrando varias oraciones para describirse en las redes sociales. Y el extracto de LinkedIn, al ser más largo, los trae por el camino de la amargura.
Terminan por poner sus puestos y típicas frases que copian y pegan de otros perfiles, sin conseguir atraer la atención de su potencial cliente ni de los reclutadores. Pretenden diferenciarse, siendo una marca blanca. Así es que los resultados tardan en llegar.
Un perfil sólido de LinkedIn te ayuda a potenciar tu perfil profesional, a construir una red de contactos más amplia, a atraer nuevas oportunidades de negocios o a conseguir el trabajo de tu vida.
Encontrar las palabras justas para describirnos en esta red social profesional requiere de un trabajo previo de autoconocimiento, que es el primer pilar de la Marca Personal.
Estoy segura de que conoces cómo funciona LinkedIn de sobra. También sé que no le sacas todo el partido que podrías a esta red social a nivel profesional.
Escribir una presentación personal, extracto o “acerca de”, como quieras llamarlo, no es complejo, pero debes saber qué elementos incluir en este apartado.
Quizá sientas que la pantalla en blanco del ordenador te paraliza, no te salen las palabras. Tranquilo puede que pertenezcas a alguno de estos dos grupos:
Esta falta o abundancia de fe en ti, distorsiona la realidad.
Para realizar un extracto de LinkedIn lo más acertado posible, te propongo hacer la siguiente práctica:
Crea en la hoja con libertad, es tu lienzo. No utilices palabras chabacanas, escribe usando los mismos términos como si tuvieras enfrente a tu cliente o al reclutador. Evita los formalismos y no redactes para el robot del buscador de LinkedIn.
Por ejemplo, si montas a caballo, has estado realizando voluntariado en India, has finalizado un máster, hablas 5 idiomas, gestionas las redes sociales a nivel profesional, debes comunicarlo. De esta forma darás a entender que eres proactivo, solidario, curioso y que tienes habilidades tecnológicas.
Te propongo un ejercicio sencillo. Coge boli y papel o abre un Word. Haz un listado de todas las actividades que realizas o has realizado que puedan aportar una primera impresión a quien te lee. Además, apunta todas las habilidades que has adquirido a lo largo de tu vida profesional y los talentos innatos que tienes. Una vez finalizado, escribe párrafos que contengan frases cortas y largas y sepáralos con espacios. De esta forma conseguirás darle un ritmo de lectura para no cansar al lector.
Escribir no es poner las manos en el teclado y que surja la magia, requiere de un trabajo previo con un poco de investigación, en este caso indagarás en ti.
Haz que ingresar a leer tu extracto de LinkedIn valga la curiosidad no la pena.
Haz que quieran saber más de ti o de tus servicios. Procura no enrollarte como las persianas, se claro y no dejes nada en el tintero.
Manifestar que eres una persona que fomenta las relaciones, amable, proactiva o responsable no hará que consigas llamar la atención o persuadir a tu cliente o a un reclutador a que tome acción. Parece que todos los profesionales son iguales, y tú quieres diferenciarte ¿verdad?
No marees con terminología técnica, un buen profesional sabe explicar los términos difíciles de su campo de manera que lo entienda hasta un niño de 5 años.
Evita utilizar palabras que no sepas el significado o que puedan ser sacadas de contexto. Imagina que estás hablando con tu mejor amigo, aunque de manera profesional.
Tu objetivo es dejar huella en la persona que te lee.
Comprendo que puedes tener unas ganas locas de contar tu experiencia y cuál es tu formación. Sin embargo, a un reclutador o a un potencial cliente lo que más les interesa es saber qué puedes hacer tú por él o su empresa.
Decir “somos la mejor consultora de recursos humanos y ofrecemos los mejores cursos de formación de España y Latinoamérica” no aporta ningún valor.
Demuestra tu valor compartiendo datos verídicos, hechos, testimonios, cantidad de clientes que han trabajado contigo o empresas a las que has solucionado X problema.
Si estás en búsqueda de empleo, el reclutador quiere saber quién eres, cómo haces tu trabajo y cuáles han sido tus mayores logros.
Para redactar todo esto, utiliza verbos. Los verbos son acción y hablan de tus logros. Esto es lo que quieren saber de ti.
Imagina que abres LinkedIn y recibes una consulta de tu cliente ideal o un mensaje de un reclutador.
Deja de pensar en ti mismo. Tómate unos minutos y escribe todos los detalles que se te ocurran acerca de esa persona. ¿Quién es? ¿En qué puesto de trabajo está? ¿qué problemas tiene? ¿cuáles son sus valores? ¿Qué tipo de persona es? ¿Qué te gustaría que dijese su mensaje?
Este ejercicio te servirá para dejar de enfocarte en ti y centrarte en lo importante, tu cliente o el nethunter. Meterse en su mente o mejor dicho ponerse sus gafas te dará una idea de quien quieres que se fije en ti, qué quieren saber y qué problemas puedes resolver.
Teniendo en cuenta a tu audiencia y todos los consejos que te he compartido, comienza a escribir:
Al todos los elementos detallados en el punto 5 agrega los call to action. La llamada a la acción sirve para guiar a tu lector a que realice la acción que quieres ¿qué te gustaría que haga tras leer tu extracto de LinkedIn?
Por ejemplo, en mi perfil he escrito:
Cuenta conmigo para desarrollar tu Marca Personal. También para escribir como autónomo o por contrato. Contacta si necesitas docente para impartir formaciones de Marca Personal, Marketing Digital o Copywriting. Quizá necesitas alimentar de contenidos tu blog o redactar los textos de tu web, me gustaría aportar valor a tu proyecto. Cuéntame más por mensaje directo o tienes mis datos en mi web www.lauraferrera.com.
Este es el momento más divertido, sacar la paja que sobra. Editar no es sencillo, quizá sea la parte más compleja del proceso.
Toma lo escrito y comienza a descartar:
Te propongo que reserves una hora de la próxima semana, te prepares un café y ponte sin distracciones tecnológicas, familiares o de trabajo a redactar el extracto de tu LinkedIn.
Toma acción, haz para conseguir resultados, de lo contrario seguirás sumergido en la queja sin darte la oportunidad de alcanzar tus sueños.
Si necesitas ayuda escríbeme aquí, o cuéntame qué temas son de tu interés sobre copywriting para tu marca personal.