Aquellas personas, que al día de hoy, no sean capaces de enseñar lo bueno que tienen para servir a los demás, será más difícil que sean encontrados o que destaquen y seguirán siendo una opción más, entre muchas otras.
Una Marca Personal, dado que es personal, también es emocional. Los seres humanos pensamos que somos racionales, pero nos mueven las emociones.
El marketing emocional habla de humanizar las marcas, a través del uso de las emociones para conectar y comunicar con las personas para generar experiencias únicas.
Cuando hablamos de Marca Personal, a veces nos quedamos con emocionar para conectar y se puede cometer el error de caer en la falta de autenticidad, siendo también fundamental para crear una comunidad que siga a la marca profesional.
Todos hemos experimentado en algún momento, que cuando estamos bien con nosotros mismos, somos capaces de dar lo mejor de nosotros, nos sentimos bien y podemos compartir nuestra mejor versión, no solo con nuestro entorno más cercano como es nuestra familia, sino también con nuestros clientes, proveedores, compañeros de trabajo, etc.
Pensemos en una emoción cualquiera, la alegría por ejemplo. Con solo leerla, seguramente ya te ha cambiado el semblante de la cara. La alegría es una emoción positiva, que promueve la felicidad y el bienestar, es un estado que nos lleva a conectar con los demás.
Cuando una persona transmite alegría, se genera un vínculo más cercano. No en vano, marcas como Coca Cola, eligieron la felicidad como valor para toda su estrategia de marketing emocional.
En la acera de enfrente se encuentra la ira, que tanto si la sentimos nosotros o la percibimos en los demás, nos causa rechazo, nos impulsa a apartarnos.
Yo tuve que aprender a gestionar mi ira. Mi ira, nacía desde el propio rechazo que sentía por mí, proveniente del rechazo que sentí cuando fui pequeña.
Cuando comencé a desarrollar mi Marca Personal, al darme cuenta de quién soy, me di cuenta que cualquier persona es mucho más que la ira que lo invade ante una determinada circunstancia.
La ira es una emoción que surge como resultado de algo que nos parece injusto o que no merecemos, ante situaciones que nos generan frustración. La ira tiene como función la defensa, pero nos lleva a que nos “duela el corazón” y tiene un alto coste para nuestro bienestar personal.
La función adaptativa es la que, depende de la emoción que se trate, hace que nos acerquemos o alejemos a una persona o marca. La finalidad es cuidarnos, preservarnos o no sufrir.
En cuanto a la función social, las emociones hacen que sintonicemos con nuestro entorno y actuemos realizando acciones en consecuencia, entendamos a los demás, comuniquemos nuestros afectos, es decir promueven las relaciones interpersonales.
La función motivacional, es la que nos impulsa a realizar una acción, ya que dirige y orienta nuestro comportamiento en busca de satisfacer nuestras necesidades. “La motivación da sentido a nuestra existencia”.
Conocer nuestras emociones, nos lleva a autoconocernos. Como no hay dos personas iguales, no reaccionamos con ira o con otras emociones ante iguales circunstancias.
A veces prestamos más atención a nuestro cuerpo que a nuestras emociones. Según el psicólogo Guy Winch, es necesario hacer una limpieza emocional. Así como cuando nos cortamos nos ponemos una tirita o apósito, y no se nos ocurre coger un cuchillo y hacernos más daño…..cuando se nos presenta un momento emocional bajo, es importante darnos cuenta, para poder tratarnos bien y dejar de machacarnos. Mira su charla TED que te comparto abajo y verás de qué te hablo.
Goleman, Boyatzis y McKee, en su libro “EL líder resonante crea más” establecen las cuatro competencias emocionales del liderazgo:
Llevado a la Marca Personal, no podemos gestionar o dar a conocer lo que no conocemos. Para ello, es necesario que tomemos consciencia de nosotros mismos, que reconozcamos las emociones y los sentimientos que nos sacuden, que nos impactan en cómo nos comportamos, en nuestra forma de relacionarnos con los demás, en cómo nos hablamos a nosotros mismos. Darnos cuenta de esto, nos permitirá ver quiénes somos y qué hacemos para cumplir nuestros objetivos personales y profesionales.
Conocernos, nos lleva actuar como verdaderamente somos, siendo auténticos y permitirá generar confianza en los demás. Esa confianza es necesaria para que nos contraten en una empresa, prefieran nuestros servicios o quieran comprar nuestros productos.
Saber autogestionarnos. Parece tan fácil, y cuánto cuesta a veces. Somos humanos, y serlo es parte de nuestra Marca Personal. La autogestión, nos permite dejar de ser tan impulsivos para orientar nuestras emociones hacia donde queremos que vayan y caminar por la vida como “pollos sin cabeza”.
La autogestión no ayuda a elegir y a adaptarnos a situaciones aunque no nos gusten, de la mejor manera posible.
Izar la bandera de la autogestión, permitirá que los objetivos de nuestra Marca Personal se vean concretados y que nuestra conducta se muestre coherente a nuestra propuesta de valor.
Una vez que te conoces, ha llegado la hora de aprender a relacionarse con los demás. Te aclaro que no te levantas de un día para otro y ya sabes quién eres, es un trabajo diario, por lo que disfruta del viaje (aunque haya piedras en el camino que no te agraden o te lo pongan difícil).
La empatía es uno de las mejores palabras que conozco para conectar. Muy pocas personas saben ponerse en el lugar del otro, hay quienes están tan preocupados mirándose el ombligo que se olvidan de mirar las necesidades de los demás.
Mirar al otro, no significa vivir su vida. Es hora de vivir cada una la suya, desde que me convertí en mi prioridad todo se ordenó, tanto personal, como profesionalmente.
Sin embargo, para una Marca Personal, es fundamental observar y escuchar a los demás, es decir comprender la perspectiva del otro.
Una forma de ofrecer un mejor servicio y de conectar otras personas, es generar una excelente relación entre nuestras propias competencias y las necesidades que hemos detectados que tienen los demás.
Generar valor en los demás, en cada proyecto, hará que nuestra Marca Personal se potencie. Entregarnos en cada cosa que hacemos, usando la energía del corazón, hará que mejoren nuestras relaciones, a la vez que se verá proyectada nuestra esencia en cada proyecto que nos encontremos trabajando.
Encontrar la mejor herramienta para darte a conocer, sumará a tu Marca profesional. De este modo puedes conseguir hacerte visible en el mundo digital u online, o en el cara a cara diario.